lunes, 28 de abril de 2014

La princesa aburrida

Era un reino lejano donde la gente vivía contenta y feliz, siempre hacían fiestas y reuniones, pues les encantaba bailar y cantar. Todo era algarabía.
En el palacio también estaban todos alegres, menos la princesa Margarita, que era muy caprichosa y siempre estaba aburrida y malhumorada. Jamás asistía a ninguna fiesta o baile porque estaba aburrida de estar aburrida.
El rey Marcos, estaba muy preocupado por el extraño comportamiento de su hija, así que un día convocó a todos los sabios del reino para que juntos buscaran la cura para el mal que aquejaba a su hija.

El rey convocó a una enorme asamblea de sabios, donde ninguno quedó fuera, jóvenes y viejos, para ver si podían encontrar el remedio.
Todos dieron su opinión y se prepararon muchos tratamientos, pero ninguno dio el más mínimo resultado. Hasta que un día, llegó al reino un joven aventurero muy pero muy apuesto y divertido. El joven galán pidió conocer a la princesa y fue conducido a palacio de inmediato.
La princesa pidió entre bostezos al joven que hiciera lo que estuviera a su alcance para quitarla de ese estado terrible de apatía en el que se encontraba.
El joven extrajo de su alforja un extraño instrumento y comenzó a tocarlo. Arrancaba una melodía tan dulce y adorable que la princesa se conmovió. Poco a poco, comenzó a mover un dedo, luego toda la mano, al instante se encontró tarareando suavemente. Después fue su pie que comenzó a moverse y lentamente se puso a bailar. No tardó en sonreír y luego reía a carcajadas envuelta en alegría. La princesa estaba curada, había recuperado la alegría.
Aunque parezca mentira, la magia de la música bastó para curar a nuestra princesa y devolverle la alegría que había perdido tanto tiempo atrás y ya nunca volvió a aburrirse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario