lunes, 28 de abril de 2014

Un hada casi humana

EL BOSQU



Un día Maeve, se bañaba en un lago, cuando un caballero que paseaba a caballo, la vio. Éste quedó prendado de su belleza; decidió acercarse con cuidado para mirarla y hablar con ese hermoso ser. El hada le oyó y vio cómo se acercaba, pero algo le hizo no sentir miedo y huir, sino que se quedó en el lugar que estaba. Al verle empezó a sentir un sentimiento desconocido para ella, el amor. Este fue el comienzo de un romance duradero, considerado prohibido por las diferencias de raza.
En una noche de mayo unos gritos rompieron la noche en el palacio real, era Maeve que después de unos meses de embarazo, se había puesto de parto. Después de varias horas, la mujer dio a luz a una niña a la que llamaron Ellyllon. Su nacimiento fue algo poco deseado, ya que tener como princesa a una niña de padre humano era algo que les resultaba molesto al pueblo, y a la familia real. No obstante, cuando la niña fue creciendo las cosas cambiaron bastante.
La princesa había heredado una belleza singular que a muchos jóvenes del reino cautivó, pero lo que más enamoró a las gentes fue la simpatía y amabilidad, que poseía la joven desde que era solamente un bebé. Había heredado lo mejor de los dos pueblos, parecía haber nacido para ganar los corazones de quienes la rodeaban.
Desde muy pequeña fue instruida en el uso de numerosas plantas para la cura de una gran diversidad de enfermedades llegando a alcanzar grandes conocimientos en medicina, fue instruida también en el control de los vientos, además de los conocimientos propios de su sexo. Aunque las hadas aceptaron a la pequeña princesa como uno de los suyos, no así al caballero que tuvo que vivir totalmente oculto para el mundo de las hadas hasta su muerte, y aunque el amor entre la reina y el caballero duró hasta el fin de sus días, a pesar de que el paso del tiempo influía con mucha mayor dureza sobre el humano mientras que no parecía haber pasado por el hada, por ello, a Ellyllon le hicieron creer que su padre había muerto valientemente en una batalla.
Cuando el hombre murió, Maeve se sumió en una tremenda tristeza. Ellyllon, aunque era todavía muy pequeña, se dio cuenta de que algo le pasaba a su madre, aunque no comprendía la causa, pero un día, mientras jugaba con las flores en un bosque oyó a dos hadas mayores hablar sobre el sentimiento de la reina y la causa de ello. Después de lo escuchado, pidió a su madre que le contara la verdad. Esta le contó todo lo sucedido pero le hizo prometer que no se acercaría ni a los humanos, ni a los elfos, etc., ya que no quería que le sucediera lo mismo que a ella, Ellyllon hizo caso a su madre durante los primeros años después de su promesa, sin embargo después de 5 años la curiosidad de observar el mundo de cerca la venció, planeando escapar de palacio sin que su madre se enterara.
En un amanecer escapó de palacio y habiendo volado varios kilómetros escuchó unas voces y una melodiosa música, que provenían de un frondoso bosque. Decidió adentrarse en él viendo allí una agrupación de seres que jamás había visto, fue recibida con cariño, causando que se quedara durante un tiempo indeterminado.
Ahora ya hace varios meses que llegó a este bosque, donde ha vivido sensaciones y experiencias que nunca había experimentado. Aquí ha conocido al amor de su vida, Cib, con el que pronto va a casarse y con el que hace poco a tenido una hermosa hija llamada Valaina. Su madre le ha cedido el reino temporalmente y le ha dado una preciosa piedra que la protege viendo que su vida en este sitio es feliz, además de aprobar su matrimonio con el elfo y, por último, bendecir a su nieta.
No sabe como reinará, o educará a su hija, sólo que vive el presente y que la felicidad es plena en este bosque junto a su futuro esposo y su hija.


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