Hadas protectoras y como invocarlas
El hada Marisú es la más importante de las hadas protectoras del hogar, aunque se le conoce como el "hada de las chimeneas". Sin embargo, la interpretación de "chimenea", según un libro secreto hallado hace 500 años en un castillo siberiano, es sinónimo de "hogar".
A Marisú hay que invocarla para que venga y hablarle con palabras tiernas y concretas: "Marisú ven y protege a los seres que amo". Si la persona que la llama es muy espiritual y en la casa hay plantas verdes, hay que tener por seguro que Marisú llegará para ayudar a nuestros ángeles. Existe un hada llamada Tsí. Es la preferida de los niños. Le encanta jugar con ellos y es muy amiga de los querubines que, tradicionalmente, son los guardianes de los pequeños.
Tsí persigue a los bebés hasta los tres años, mueve sus alitas para que ellos se rían mientras duermen y generalmente los niños la ven en sus sueños. Al hada Atías se le invoca para que regrese un amor perdido. Se le enciende una vela blanca y una rosa con el nombre de los enamorados escritos en la base. Entonces, se le pide que haga regresar a nuestro amor. Un dato: se la "invoca" con caramelos y azúcar. Existen hadas especiales que viven en lugares en donde hay muchas flores blancas y rojas. Estos seres hacen visible lo invisible. Muchas veces se muestran por un segundo y luego desaparecen por meses.
Cuenta la leyenda que estas hadas de las flores son esenciales cuando estamos tristes y vienen a rescatarnos. Sólo debemos saber hablarles, siempre con el corazón en la mano. Adasau es la mejor amiga que un ángel pueda tener. Es cariñosa y jamás se enoja. Se contacta con tu ángel personal y juntos te protegen. Cuando tienes un problema con un amigo o tu relación de amistad está en peligro, llámala, déjale dulces por toda tu habitación y dile simplemente "Adasau te necesito". Ella acudirá para ayudarte a encontrar la solución a tus problemas. Dadora es el hada de las cacerolas, habita en las cocinas y adora las manzanas.
En ofrenda hay que ponerle dos manzanas, una verde y una roja. Les encanta ubicarse entre las cacerolas y ama los olores de la cocina. Invócala cuando tengas una reunión importante en la que deseas que todo salga bien. Las hadas del agua son las que protegen a quienes cruzan los lagos o los ríos con plantas. Se colocan en la vegetación que está cercana a los ojos de agua y protegen de todo mal a los humanos que caminen por allí. Si necesitas su ayuda, sólo invócalas con dulzura. Las hadas de la tierra protegen las cosechas y hacen que las uvas sean dulces. Son muy amadas por las personas que plantan o siembran. Adoran a las uvas y les dan su dulzura, así que no es difícil encontrarse con ellas en los viñedos más productivos.
Las hadas del amor cuidan a las parejas que van a casarse y los acompañan en todo momento. Lloran mucho cuando los amantes se pelean. Sin embargo, todas las parejas tienen sus hadas especiales y es importante que las llamen cuando el amor entre los dos es muy fuerte. Apenas ven una parejita, ellas se ponen de su lado y la cuidan. Las hadas de las lágrimas te protegen si las llamas cuando estás triste, y de inmediato te consuelan. Se alimentan de lágrimas que luego transforman en gotas de rocío. Cuidan sobre todo a los niños y a las mujeres que están agobiadas por una pena.
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